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| Los desayunos buffet en los hoteles son cada vez más común. ¿Cuánto de estos alimentos se desperdicia? (Foto: Free-Photos / Pixabay) |
¿Qué tan amigable con el ambiente es realmente el turismo? Durante décadas se ha considerado a esta actividad como la industria sin chimeneas; sin embargo, recientes estudios revelan que existen importantes lagunas en la forma en que se calcula el desperdicio de alimentos en el turismo.
El desperdicio de alimentos provenientes de hoteles, restaurantes y eventos es reconocido y puede estimarse. No obstante, conforme la industria del turismo se diversifica, también hace lo propio las fuentes de desperdicio de alimentos.
Investigadores de la Universidad del Este de Finlandia y la Universidad del Sur de California han advertido en un estudio que un enfoque en la prevención del desperdicio de alimentos solo en los servicios tradicionales de alimentos y establecimientos de alojamiento ignora la realidad de otros negocios que han surgido: alojamientos en casas, Airbnb, viajar en carro, etc.
Ignorar estas nuevas fuentes de desperdicios de alimentos sofocará los esfuerzos de sostenibilidad en la industria del turismo.
Desperdicio de alimentos: problema ambiental, social y económico
El desperdicio de alimentos no es una novedad. Se trata de uno de los más graves problemas en el mundo y es transversal. Afecta al medio ambiente y tiene un impacto social y económico. Aproximadamente 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician al año, señala la investigación. Esta cantidad equivale a un tercio de todos los alimentos destinados al consumo humano, de acuerdo con el estudio.
La industria del turismo forma parte de esta problemática. Y no solo pueden centrarse en los hoteles o restaurantes, que en sí ya están bajo la vigilancia de los gobiernos a través de leyes nacionales como es el caso de México. Desde acampar hasta llegar a la casa de un amigo y utilizar su sofá cuando se llega a otra ciudad, son formas de hacer turismo. Y el desperdicio de alimentos se crea en todas estas actividades.
A la fecha hay poca investigación sobre el desperdicio de alimentos en estas relativamente nuevas actividades. Sin embargo, con la cada vez más amenazante realidad del cambio climático que afecta la producción de alimentos en todo el mundo, se hace cada vez más urgente mitigar el desperdicio de la comida en estas nuevas fuentes de turismo y asegurar la sostenibilidad.
"No es suficiente que solo los establecimientos tradicionales de servicios de alimentos y alojamiento hagan estas reducciones"
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| Actualmente, los turistas tienen más opciones. Ya no solo recurren a los tradicionales hoteles, se alojan en casas de hospedaje, usan el sofá de los amigos o aplicaciones como Airbnb. Eso implica nuevas formas de generar desperdicios. (Foto: InstagramFotographin / Pixabay) |
La eficacia en la reducción de alimentos involucra a varios actores. Desde las cadenas hoteleras y los grandes cruceros, hasta las casas de alojamiento o los AirBnb.
"Ya podemos ver que hay jugadores inteligentes en la industria del turismo que han logrado reducir el desperdicio de alimentos e incluso han logrado convertir eso en un activo. Sin embargo, no es suficiente que solo los establecimientos tradicionales de servicios de alimentos y alojamiento hagan estas reducciones”, sostuvo Juho Pesonen, director de investigación de la Universidad del Este de Finlandia.
“Es necesario que todos los que alojan turistas se unan contra el desperdicio de alimentos”, agregó.
Según los investigadores, la reducción integral del desperdicio de alimentos requiere que se identifiquen sus fuentes y cantidades y que se aborde su eliminación por parte de los hogares turísticos.
Asimismo, se hace necesario estudiar los impulsores del desperdicio de alimentos de los hogares turísticos y las barreras para su reducción. Y por supuesto, buscar en las nuevas tecnologías un aliado.
"Necesitamos modelos que describan cómo se genera el desperdicio de alimentos en los hogares turísticos y cómo eso posiblemente cambia con el tiempo. Además, necesitamos identificar plataformas e intersecciones donde se pueda abordar el desperdicio de alimentos, por ejemplo, a través de las redes sociales. Al final, todo se reduce al turismo sostenible y la economía circular", destaca Pesonen.
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